El crecimiento fue uno de los más elevados desde el inicio de la pandemia. El sistema de salud está estresado y terapistas advierten que en algunos casos deriva en muertes evitables.
La difícil situación de las terapias intensivas en la Argentina.
La cantidad de nuevos contagiados con coronavirus diarios no cede y eso se traduce en una incesante alza en la ocupación de camas de terapia intensiva con pacientes con diagnóstico covid positivo. Este miércoles creció casi 2,7%, al pasar de 7417 a 7614 en tan solo 24 horas. En un mes, la suba fue del 41,8%.
Médicos intensivistas y especialistas advirtieron sobre el estrés que atraviesa el personal de la salud como consecuencia de esta situación, que deriva en muertes evitables. “Hay pacientes intubados y ventilados fuera de una UTI que terminan muriendo”, señaló Arnaldo Dubin, médico intensivista, profesor investigador de la Universidad de La Plata.
No es la primera vez que de un día para otro se da un alza tan exponencial en los internados con coronavirus, pero sí este miércoles se marcó un nuevo pico. De hecho, desde el 7 de mayo, la cantidad de hospitalizados con esta enfermedad no para de crecer.
Si bien el porcentaje de internados por todas las patologías sobre el total de camas disponibles se mantiene relativamente estable, en una cifra alta que ronda el 80%, es incesante la cantidad de nuevos hospitalizados diarios con coronavirus.
Esta situación se explica en parte porque camas que se liberan por otras patologías rápidamente son ocupadas por pacientes con coronavirus y también porque se suman camas -algunas improvisadas- al sistema de salud. “Los ministros de Salud pidieron posponer todo lo posible otras internaciones, para flexibilizar la oferta de camas. Hay distritos colapsados”, señaló el infectólogo Hugo Pizzi.
Más allá de los hospitales modulares o las camas que se agregan a una Unidad de Terapia Intensiva (UTI), en muchos hospitales y clínicas privadas se reacondicionaron Unidades Coronarias para la atención covid o se abrieron salas nuevas para ese fin.
A eso se suma que en algunos casos se están intubando pacientes en guardias o en shok room, improvisando la atención. Y es esa una de las principales preocupaciones del sistema de salud. Más allá del cansancio y del estrés de médicos, kinesiólogos, anestesiólogos y enfermeros, atender a un paciente crítico en un lugar que no es el adecuado satura aún más. “Hay muertes que podrían ser evitadas con una atención óptima”, señaló Dubin.
Según un relevamiento que realizó la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) entre 177 UTIs, con un total de 3761 camas, la tasa de ocupación alcanza el 92% en promedio en todo el país, siendo covid positivos el 58% de los pacientes.
Pero algunos distritos al borde del colapso, como Chubut, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán, que superan el 95%. En tanto que en la provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires, La Pampa, Salta y San Luis rondan el 90%.
Para Dubin, el dato más preocupante es que el 10% de los pacientes son ventilados afuera de las terapias intensivas. “Este es un marcador del colapso sanitario”, alertó.
Si se comparan los datos de 7614 pacientes con coronavirus internados hoy en UTI, con el pico de la primera ola, cuando llegó a haber 5119 camas ocupadas, el 1 de noviembre, el alza fue de casi el 49%. Coincide con el crecimiento del 36,7% en los casos positivos, que pasó del primer pico de 30.052 alcanzado el 28 de octubre, a los 41.080 que se registraron el 27 de mayo pasado.
“A medida que aumenta la ocupación de pacientes con covid aumenta la mortalidad, lo demuestran trabajos científicos”, señaló el médico intensivista docente de la UNLP. De hecho, la provincia de Buenos Aires tiene corroborado fallece el 67% de quienes ingresan a una UTI, 10 puntos porcentuales más que en la primera ola.
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